También se necesita un cambio
El clásico del futbol peruano dejo ser el escenario de una de las mejores fiestas del futbol para convertirse en un partido más. Cada jugada era una inspiración sublime propia de una pintura, exclusiva de un duelo de genios del balón. Las barras se entremezclaban por esa pasión que los unía y se respetaban. El futbol virtuoso se ha convertido en un mendrugo de una expresión moderna. Es demasiado lerdo y lento. La mediocridad amenaza con pulverizar a los pocos que sobresalen. Ya no existe el futbol peruano. Son once la mitad de afuera que corren hasta las duchas y los micrófonos para engatusarnos cada semana. Lo único vivo es la afición que espera un milagro.
El derroche de simpatías y de personajes era exuberante. Una verdadera fiesta desde las 11 am. No había mercaderes de las piernas ni de los clubes. Había dirigencia honesta y pudiente. Todos eran unos señores, si señorío desde las tribunas hasta los micrófonos que llegaban hasta el último rincón.
La gambeta y la velocidad nos hacían saltar, el suave toque de las magistrales paredes retumbaban en la retinas y en los titulares. Ese futbol se ha ido junto a sus dirigentes. Esta sepultado por lo artificial del césped y de las abrumadoras caídas y fracasos. Se ha convertido en el sistema exuberante de cinismo y desvergüenza. Se ha convertido la contribución en el saqueo de las arcas. Es el sistema de la depredación y de deudas. La FPF es la abanderada de esta piratería del sistema que ha construido sus propios barrotes para echarles miedo a los peruanos y a las autoridades para permanecer sin rendir cuentas. Es otro ejemplo de la corrupción con impunidad.
El futbol peruano ha caído desde la cima y está en el fondo, arrinconado por la insensatez de su dirigencia. El sistema actual está podrido y alimenta la prensa amarilla con su matrimonio con la farándula frondosa en escándalos. Estamos destinados a seguir en el abismo sino replanteamos el pésimo trabajo realizado a fin de cambiarlo por uno que dé frutos con dirigentes capaces y más honestos.
Es un cambio con mucho trabajo y con visión realista que canalice el potencial con una práctica del deporte en forma organizada y masiva con una prensa que deje trabajar y aporte.
lunes, 13 de julio de 2009
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