Los partidos de fin de semana, exasperan hasta al más insensible. Cada semana se sufre al constatar tanta insuficiencia en todo aspecto del adiestramiento, las tácticas y la técnica; al ver correr a participantes tan endebles mental y físicamente; al bodrio en que se ha convertido el certamen que solo exalta las carencias que el sufrido aficionado aguanta hasta al límite y que son los mudos testigos de la degradación y lastima por el futbol peruano.
El biotipo desnuda todas las carencias del deporte competitivo. Hemos tocado fondo. El instinto básico de patear desde el vientre de la madre ha involucionado en una suerte de atletas pálidos sin sangre por la pasión de patear un balón e inflar las redes después de dejar sembrados al contrario y encender la pasión y gritos del Gol.
Los gladiadores de los guapos de barrio de ayer se ha convertido en el ring de los mercenarios del negro Galván y del esporádico Montaño. Somos el escaparate de quinta en la región con futbolistas foráneos de tercera. Los nuestros el refugio de los decadentes y del reciclaje de segunda. Por eso estamos al fondo.
Necesitamos reconstruir el futbol desde rey a paje, con escuela. Si con el saber entrenar, comportarse, escoger, trabajar y dirigir. Necesitamos masificar el deporte, desde la base-o sea los niños con el apoyo de los padres, la comunidad, los promotores y el estado; para alcanzar resultados con excelencia. Mientras Burga y la dirigencia actual no hagan bien su trabajo, seremos papilla de los rivales y seguiremos asistiendo al ocaso del futbol.
JORGE MUGUERZA
Consultor y Analista
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